martes, 4 de diciembre de 2012

Somos eternos.



Entra, no tengas miedo. No tienes que quedarte. 
Mientras te pones cómodo yo me sentaré a mirar la nada, puede que coja cualquier libro y me dedique a buscar respuestas al azar. Para saber que siempre serás tú la respuesta (y la nostalgia).

Ponte cómodo. Voy a empezar por el principio. Ya sabes lo de mis dolores, amores que terminaron mal, obsesiones y todo eso, que una vez me enamoré tanto que hasta pensé en ir al fin del  mundo, también sabes que he conocido el amor de tantas maneras que ya no sé cual es el verdadero. Voy a contarte algo más divertido: El perfume de hombre me vuelve loca. No llegas a imaginarte las veces que me detengo frente a las perfumerías a descubrir olores nuevos. Es algo tan necesario. A veces me ahogo, los viernes sobre todo, y entiendo que la rutina mata cualquier cosa, que hace mucho no veo el mar, que me esta doliendo el mundo porque no encuentro tu olor. También me sonrío tanto, y tan triste, que termino por olvida cómo se siente sonreír de verdad. La música me duerme, y si me cuentas un cuento antes de dormir vuelvo a creer. No se en qué. Pero creo de nuevo. 

¿Ya te encontraste un sillón cómodo? Espera, prueba más. 
Llevo tantos días sin decir lo que siento que creo que mi corazón se va a dividir en muchos pedacitos. Todo aquello de la soledad, de acostumbrarse al silencio, de no tener nada alrededor, de estar en medio del cielo sin saber volar. Eso es. Y los días se hacen cuesta arriba, cada vez más empinados, y yo termino sentada en un valle mirando al infinito esperando alguien con quien escalar. Pero hay algo más, algo que lo cambia todo. 
Tú, lo cambias todo. Lo bonito es cuándo apareces de repente y me miras con esos ojos y tengo que mirarte de vuelta y no puedo sostenerte la mirada. Y eso es amor: no poder sostenerte la mirada. Me dices "Es lo que quiero hacer hoy y siempre, así la rutina nos mate".  El frío nos hace sonreír. 

Espera, no te vallas. Tengo que contarte lo último. 
Todo es diferente desde que estás, desde que apareciste revolucionando mi vida. Y da igual las veces que me esconda, siempre vuelves a aparecer, con más fuerza. Soy tu vía de escape y me lo has hecho saber. Y tú, tú eres lo único que hace que todo pierda el sentido. Eres mi locura. 


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