lunes, 17 de septiembre de 2012


-Me gustaría enseñarte las palabras nuevas que aprendo junto con las que me invento. 
-Y leerte fragmentos de Rayuela, esas en donde juegan al cíclope.
-Leerte fragmentos de libros en donde se me hace que apareces tú.
-Quiero robarte el sueño, o serlo.
-Cuando las escaleras son muy largas me duele subirlas, sobretodo cuando no hay nadie esparándome arriba .
-Lucharé hasta que sea más alto el porcentaje de suspiros que el de sonrisas al recordarte.
-Me quiero escapar por Europa sin fecha de regreso.
-Imagino noches en silencio, de esas que no tienen estrellas donde estamos tú y yo pintándolas en el suelo. Noches enormes, como los corazones que ansían sentir o sienten demasiado sin quererlo. ¿Donde estará ese mundo, el de los imposibles que se consiguen?
-A veces, logro verte cuando una canción aparece sin avisar. Cierro los ojos, estás a mi lado. Tarareándola sin darte cuenta y mirándome. Acariciándome el pelo como tanto me gusta.
-Quiero emociones que vayan a 200 km por hora, y que no toque parar nunca.
-Quiero soñarte, pero mirándote a los ojos.
-Quiero ser una parte de tu vida.
-Y abrazos en un sofá perdido del mundo.
-Y crear un mundo nuevo.
-Y que tu seas mi mundo.
-También quiero café contigo.
-Y correr por las lineas de tus manos. acostarme en tu pecho. acariciarte el pelo.
-Quiero hacer mas bonitas las palabras de amor. 
-Llévame a ver el azul del mar, quiero verlo desde tus ojos.
-Aún no entiendo por qué a estas horas sigues dando vuelta en mi cabeza.
-Necesito un combate piel contra piel, y que gane el amor.
-Quedamos cuando quieras y donde quieras. Solo tienes que avisar. Iré preparada.
-Me gusta ver las fotografías e imaginarme en todas ellas. Sonriendo al lado de la gente que sale, observando el paisaje y riendo.
-Escribo a veces con la mente, a veces con bolígrafo o con lápiz.
-Noches como hoy escribo desde el miocardio.
-Me gustaría que, si llegamos a vivir juntos, cenemos todos los días con vino porque siempre hay algo que celebrar.
-Los desconocidos ayudan mucho, quizá porque saben ver en tus ojos lo que alguien que te quiere no es capaz de leer. Y en el bus, en la mañana cuando el día apenas comienza y todo es odioso por la ventana alguien te dice "Ten un buen día, Linda" y de seguro lo tienes así sí el cielo se pone gris y nadie se sienta alegre.
-¿En qué punto del camino dejamos de ser desconocidos?
-Sé tu mi señal, esa que busco en los desconocidos.


porque las cosas que no se dicen, 
siempre suelen ser las más importantes.

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