lunes, 9 de abril de 2012

Y de malas.


Insoportable es despertar en las mañanas y no saber que tipo de pulgas te despertaran.
Nunca se sabe con exactitud si van a ser pulgas amorosas, de las que despiertan con un beso entre los sueños y los brazos extendidos para borrar todas las pesadillas, todos los miedos, todos los temores; Pulgas interesadas que se te meten por en medio de los oídos, entrando a los sueños, dictando lo que esta bien y lo que no, recordando que esa mañana vas a tener frío, que debes llegar temprano, no pierdas el bus, cepíllate los dientes o si no las pulgas ya no volverán a querer besarte en las mañanas cálidas. Y están las pulgas grises, de malas, pulgas que ni tienen boca, que hablan con miradas y repiten tu nombre desde lejos; esas pulgas malditas que te invitan a despertarte con un día de tormentas sin nubes por delante.

Quiero librarme de las pulgas y al fin poder decidir como será cada mañana.
-Cada mañana será un nuevo día, una nueva aventura.

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