miércoles, 25 de julio de 2012

Se enfurece cuando oye mi voz, el muy cabrón.


De verdad que no se de dónde saco tantas agallas, ya debo tener algo de pez, algo de sirena quizá. La mirada solo me sirve para conquistar y los labios para decir palabras conformes que vienen siendo simples mentiras a medias. No me esta dando la gana de ver mas allá de un prado verde o una colina café desde que muchas ventanas en muchas miradas a muchos paisajes resultaron siendo paredes con graffiti. 

Me quitaron las ganas de quitar el dolor y en cambio pusieron amaneceres grises en las tantas cabezas rapadas bajo mis días de tormenta. Ya no quiero verlos mas, a veces me gustaría borrar los recuerdos como se borran las personas: Con Adiós a media voz. 
Me robaron, no el mes de Abril, sino todos los once meses restantes. Once veces de nuevo. Once veces tú. Once veces él. Once veces ninguna. El once me persigue y ya me cansé de pedir deseos al termino de su repetición. 
Me arrebataron la capacidad de creer en agüeros y en cambio pusieron miles de paradigmas en mi vida, nuevas teorías y nuevos métodos para volver a comenzar de -84, los 13 son días de buena suerte, los gatos negros traen amor y mas amor, regar la sal significa prosperidad y romper espejos tan solo es romper esquemas, malas imágenes que alguna vez alguien que decía quererme puso sobre mi. 

A veces soy espejo, un espejo de Oesed ¿Por qué no?, todos ven lo que quieren ver en mi. A veces nada. A veces todo. A veces. A veces. A veces mucho. 
A veces soy diente de león, me destruyen y soplan y renazco junto a un nuevo deseo por cumplir. ¿Y si soy una hora del reloj también? ¿... otra vez once? 
Y llego a pensar que en verdad soy como un balón de goma en el agua, cuanta mas presión me hagas para undirme: Mas rápido y con mayor fuerza me levanto  
[(sin importar a quien le rompa los dientes al salir)] 

jueves, 5 de julio de 2012

[Hay días que es mejor (no) recordar. Ya no siento, literal, ya no siento un palpito, una sonrisa, una lágrima, me estoy limitando a sobre-vivir. A escribir palabras que no me gusta porque no cuadran porque se vuelven repetitivas y constantes. Van saliendo de mi y pienso demasiado si tienen sentido alguno... Si no lo tuvieran entonces ¿Por qué están ahí?. Deben servir de algo. (De escape) son un paréntesis, como mi vida. Me estoy limitando a vivir en paréntesis. La mayoría de las personas obvian los paréntesis (y las citas bíblicas) sin pensar que a veces necesitan ser leídas.]



Quiero darte un beso, entre tu cara, entre tus cachetes, entre tus labios, entre tus dientes, entre tu alma, entre tu mundo, entre tu vida. Quiero que tu vida parta en dos, que todo lo que pase de ahora en adelante tenga siempre algo que ver conmigo, que no seas mio, que seas libre, pero que me dejes estar a tu lado. Que cada tristeza y felicidad la compartas conmigo, que parte de tu felicidad te la de yo, que los suspiros amarillos nunca nos quieran dejar, nunca nos quieran olvidar, nunca quieran alejarnos. Porque quiero un suspiro por ti cada minuto de mi cuarto de hora de vida. 

No quiero ni que te despidas para irte a dormir.



Yo también tuve un amor imposible.



Recuerdo sin recordar pero recuerdo con infinitas sonrisas en la cara. Eran tiempos donde el olor del sudor y las golosinas se confundían con el inconfundible olor de las 5 de la tarde, todos los días eran días de juego. Vivía con las rodillas raspadas, el pelo enmarañado y los sueños disueltos en moco. Eran buenos tiempos. Recuerdo que solía llegar temprano del colegio, hacia mis tareas y me quedaba mirando la ventana esperando que mis amigos se reunieran en el parque frente a mi ventana y yo salía hecha toda sonrisas a jugar escondidas, fútbol, tabla, piquis, bicicleta, patines, barbies, digimons, etc... 


Al principio, obvio, todos éramos y nos tratábamos de iguales, éramos muchos niños y niñas que casi no se notaba la diferencia pero a medida que pasaba el tiempo crecíamos y a medida que crecíamos la diferencia de género se hacía mas notoria y las niñas se la vivían con las niñas y los niños con los niños y yo con los niños jugando fútbol, pues no sabía mucho de prototipos y solo hacia lo que me gustaba... La diferencia se me hizo latente cuando una amiga, se hizo novia de otro chico, lindo y nuevo y bronceado (recuerdo que solíamos mirarlo desde su ventana y ambas opinábamos lo lindo que era).
 Yo lo conocía a Él de antes y jugábamos fútbol y el me hacía reír con sus chistes pero nunca me detuve a hablarle directamente y menos pensándolo a él como hombre. Cuando me di cuenta de la diferencia de género y de lo bien que la pasábamos juntos fue que me vine a dar cuenta de que ahora vivía mirando a la ventana solo para verlo y, cuando jugábamos escondidas, me fijaba para donde el corría y yo lo seguía como empujando ese momento en el que el me dijera "Hoy estas muy linda, menos mocosa, seamos novios" ... Pero no pasaba y no pasaba y no pasaba y no pasaba y todo se resumía en sus chistes de 6 de la tarde sentados en un banquito café tomando Pony Malta. Y mientas no pasaba, pasaba que la pubertad comenzaba a aflorar en los cuerpos de mis otros amigos hombres ... y yo no les era indiferente, para muchos fui su primer amor imposible y para mi muchos fueron un dolor indiscutible de cabeza. Y para esas épocas yo pensaba ¿Qué es que no soy lo suficientemente linda para gustarle a él? A la hora del té sentía que no y di el cambio radical de niñita con ínfulas de hombrecito a ser la niñita mas femenina, linda y tierna sobre la faz de la tierra. Pero nada. 

Un día de Diciembre del 2006 me cansé de tanta maricadita y lo cogí entre esquinas y le dije "¿No quieres ser mi novio?", creo que le asusto mi impulso tanto o mas que a mi y me respondió con un "Si, después, después hablamos" y hasta ahí llego nuestra historia infantil de amor ... nos dejamos de hablar por años, muchos años, hasta un día del 2010 que lo vi en una fiesta y volví a sentir olor de atardeceres con sabor a Pony Malta corriéndome por las venas, ímplotandome en los ojos y me entró el arrebato de ir a hablarle después de tanto tiempo (quien sabe si por puro recordar o por puro alcohol en las venas). Estaba tan cambiado, estábamos tan distintos de como éramos a los 11 años. Al parecer el también noto mi presencia en aquella fiesta de jóvenes con ínfulas de adultos. Apenas pudimos concretar miradas para, al fin, bailar. La química fluyó como si nunca hubiéramos perdido comunicación, sonreíamos sin saber cómo hablar. Al final me acompaño afuera a fumarnos un cigarrillo y nos reíamos del cambio, de como la tierna chica niño niña del 2006 ahora le hablaba con tanta seguridad y le pedía que se fumaran un cigarrillo juntos, que no importaba si ella estaba descalza y con ganas de vomitar. Que todavía era una tarde del 2006 y solo estaban cansados de tanto y tanto correr y esconderse. Que ya podían esconderse juntos... Teníamos tanto por decirnos que una noche no bastó, nadie entendía de dónde podíamos conocernos y no nos daba la gana de explicárselos. Estábamos tan felices, como piratas que acaban de encontrar un tesoro perdido. 


¿Qué hubiera pasado? ¿Qué pasaría si ...? No, ni pensarlo el en pocos meses se va a otro país a estudiar y si no comenzamos nuestra historia de amor en el 2006 no lo vamos a hacer 6 años después.