lunes, 9 de abril de 2012

We always have París.


-¿Cuál es tu color favorito?
-En este momento, mi color favorito eres Tú.

Ahora se que puede pasar mucho tiempo antes de volver a vernos, sin siquiera saber el uno del otro y la magia se mantendrá constante. Que puedo hacer largos viajes a otros mundos y se que estarás en la misma estrella esperándome. Que puedo pasarme la noche llorando y al despertar será tu sonrisa lo primero que me quite el aliento y me ponga los dedos de los pies contentos. Y si me levanto con pesadillas en las noches pueda abrazar mi almohada, sentirte aquí y volver a dormir.
Que se que mientras estemos juntos no importará cuanta gente entre y salga de aquél café o cuanto tiempo pase mientras se derrite mi granizado o se enfríe tu café negro porque, a la hora del té, lo importante es el tiempo que tardas en romperme las barreras con una mirada.
Se que así todo este en nuestras contra, tenemos el viento a favor y podremos cruzar cada océano juntos con dinamita en los ojos, mariposas en la panza, tripulación de suspiros y ¿Por destino? París.

Querido Tu:
Mira, el asunto es el siguiente, si mi corazón te bombea, se me duermen los pies, empiezo a sudar rosado, las pupilas se me llenan de dinamita y si cierro los ojos veo todo en azul, me pesan los talones, los pies quieren volar, tengo guerra con la gravedad, se me caen las pestañas y mi pelo ya no se quiere ordenar. Así que por favor deja de gustarme tanto o te voy a comenzar a amar.
-Yo.

Si me quieres enamorar, vas por buen camino.


Me encanta el modo en el que me miras, como si planearas el futuro con tus ojos. Me encantan tus ojos que lo dicen todo. Esas sonrisas espontáneas que nacen de solo mirarme. Me gusta observar cada detalle de tu cara para así guardarla y llevarla en la memoria por el tiempo en que no estamos juntos. Me encanta tu olor, ese que siento cuando voy por la calle y me saca mas de una sonrisa. Cuando hablas con seguridad, cuando eres mi amigo, cuando recuerdas nuestro tramo de historia y pones esa cara como de infinita confusión y maravilla. Me encanta cuando me recuesto en ti y me quitas los mechones de la cara. Y también cuando ponemos nuestras sombras al sol y jugamos a recorrernos con los dedos. Me gusta sentir que contigo todo va bien. Hacernos cosquillas y reírnos sin darle importancia a la gente que nos mira (porque nos miran, no lo dudes, nuestros ojos brillantes llaman la atención). Y contarte historias de mi vida mientras me abrazas, como protegiéndome, como cuidándome, como diciendo "tranquila muñeca que todo va a salir bien esta vez". Me gusta que nos preocupemos en las bases, que no solo estemos en el cielo, que pensemos en la tierra y aún así vivamos en las nubes. Me gusta cuando me miras de reojo, como si supieras que te voy a mirar, que te voy a mirar y te voy a besar. Me gusta confiaren ti. Quererte. Sentirte tan adentro del miocardio, sentirte en las venas, en las babas, en las muñecas, sentirte en cada partícula de mi, sentirte como ahora que tengo tu olor incrustado en mi sonrisa.

Y de malas.


Insoportable es despertar en las mañanas y no saber que tipo de pulgas te despertaran.
Nunca se sabe con exactitud si van a ser pulgas amorosas, de las que despiertan con un beso entre los sueños y los brazos extendidos para borrar todas las pesadillas, todos los miedos, todos los temores; Pulgas interesadas que se te meten por en medio de los oídos, entrando a los sueños, dictando lo que esta bien y lo que no, recordando que esa mañana vas a tener frío, que debes llegar temprano, no pierdas el bus, cepíllate los dientes o si no las pulgas ya no volverán a querer besarte en las mañanas cálidas. Y están las pulgas grises, de malas, pulgas que ni tienen boca, que hablan con miradas y repiten tu nombre desde lejos; esas pulgas malditas que te invitan a despertarte con un día de tormentas sin nubes por delante.

Quiero librarme de las pulgas y al fin poder decidir como será cada mañana.
-Cada mañana será un nuevo día, una nueva aventura.