martes, 9 de agosto de 2011

Dar golpes al pasado y acariciar el futuro.


Supongo que nunca fui de pintarme los labios de rojo, prefería que me pintaran el corazón. De escuchar la ciudad desde la ventana y desde la cama mientras, somnolienta, repaso los momentos de mi vida. El café se enfría, los ojos miran, los sueños son mas sueños si los dejas libres. El pasado es una botella que lanzamos al mar para que nunca regrese. El futuro es un lienzo en blanco. El mundo y mis pinceles son verdes, amarillos y azules, un poco violetas. Un helado de mora en medio de la arena. Sirenas de asfalto esperando que llegue aquel Pirata que nunca llega. Dos amantes prometiendose un para siempre, que nunca llega. Una consola de videojuegos y sonrisas en medio de besos. El verdulero de vacaciones soñando con Piñas y Melones. Saboreando en su mente la fruta madura mas rica que nunca probo. Las niñas con lazos en el pelo que andan en bicicleta y sueñan con ser parte del viento. Las escaleras que llevan a la azotea de un edificio alto desde la que se ven todas las estrellas. Los barcos de papel que zarpan sin mirar atras. Las olas llenas de sal y mermelada. El sombrero de un Mago que no logro recordad. Todos ellos están aqui adentro. Sombrero, café, videojuegos, pasado y futuro, piel y huesos. Una libreta llena de tachones, una vida llena de remiendos. Heridas en los ojos e ilusión en las manos. Como apostar al baloto y que termines muriendo. Como bailar en el primer día de prekinder sin tener miedo a nada. Obviar los golpes y seguir caminando, llegar al centro, en medio de los edificios y la gente. Calles llenas de memorias. Parques llenos de dibujos abandonados en los bancos. Sueño y realidad. Gatos relamiendose despues de cortarle las alas a un pajarito. "Dar golpes al pasado y acaraciar el futuro". Esta vez el futuro es una habitación en la que sola estoy yo con café y tostadas con mermelada para todo el día. Me parece un buen plan. Tengo mucha vida en los ojos y estoy dispuesta a enseñarla. Y a vivirla.


20 Minutos.

Insensata. Dejando correr el agua en la bañera como si esa mínima acción solucionara los problemas en su vida, sentada, desnuda sobre el piso frio, acurruncada en un rincón de la baldosa blanca; no deja de gustarle esa sensación del agua cayendo sobre si, mojando los recuerdos y empapandolos de olvidos, no deja de escuchar el ruido de aquél radio dañado que la acompaña en tardes como esa, tardes donde solo quiere tomarse una ducha con agua helada y quitarse el cansancio de los hombros pero sin embargo, para Ella esa tarde no es igual a las demás.
Esa tarde, sentada en la misma baldosa blanca, el mismo piso frío, la misma radio dañada reproduciendo esa canción de las 6:00 p.m, las lágrimas se le confunden con el chapuceo del agua.

No se explica como el recuerdo de aquello que creía olvidado, aquello que es como el agua que entra en los poros y ablanda la piel, ablanda el corazón, impregnando cada partícula, cada herida, cada callo arrugandolo, volviendolo suave y, de nuevo, desolado.
La fotaleza que cubría su ser, hecha del material mas denso existente, se destruye con el roce del agua y el contacto con los recuerdos, tan simple como eso, como sentirse vulnerable a lo que lleva por dentro, eso que solo ella puede controlar y que sin embargo con el contacto del agua: renace, renace sin que ella pueda hacer nada al respecto . Lo único que puede hacer es dejarlo volar, dejarlo nadar, dejarlo salir y, cuando tome su toalla, dejarlo ir por el desagüe.

Se sonrie al secarse el pelo y ver el agua corriendo precipitada a abandonar esa bañera que hace unos minutos estuvo impregnada de recuerdos; Sonrie porque recuerda que curiosamente todas las cosas buenas que ha tenido en su vida también se han ido por el desagüe. Sonrie porque ahora todo esta seco de nuevo. Sonrie porque ve pedacitos de piel y sangre correr con el agua, ve los pedacitos de esa fortaleza inquebrantable y como si fuera un vestido de fiesta, sale de la bañera luciendo su nueva piel mutada. Sonrie porque tiene la capacidad de mudar de piel (como las serpientes) cada vez que se da un baño con cubitos de hielo.


martes, 2 de agosto de 2011

La sonrisa mas sincera se me sale por la comisura de los labios al darme cuenta que no todo esta perdido, que vale la pena luchar, caminar por la acera derecha mientras señala el cielo.
La guerra no se pierde si todavía ahi quienes creen, si todavía ahi quienes se emocionan al conocer lo desconocido, al encontrarse escuchando historias de barcos fantasmas y sirenas perdidas en medio de oasis. Sin salvavidas, ni trenes, ni cartas de oficina, no habrá algo que me acerce de nuevo a la orilla, tengo todo un oceano por recorrer. El riesgo esta en vivir.
Me quedare el tiempo suficiente hasta memorizar el punto donde empieza el infinito entre el mar y las nubes. Aprendí a volar con tan solo cerrar los ojos y basta con mis ojos para encontrar el camino hacia esos lugares que deseo alcanzar. La soledad tan solo es un cuaderno garabateado y una mujer con ojos verdes a mi lado. La vida es facil si sabemos mirarnos profundamente a los ojos, si sabemos sentirnos con una caricia y amarnos con un pensamiento.

El riesgo de la vida, esta en vivirla.
¡Aun queda guerra para un rato!